EVOLUCIÓN DE LA INGENIERÍA
La
Ingeniería apareció con el primer ser humano. Se puede hablar de Ingeniería
desde el primer momento en que se dio forma a una piedra para convertirla en
una herramienta o cuando los primeros humanos usaron la energía de forma
consciente al encender una hoguera. Desde entonces, el desarrollo de la Ingeniería
ha ido parejo con el de la Humanidad. Se
podría decir que la ingeniería comenzó cuando los humanos empezaron a
ingeniarse artículos para su vida cotidiana. Los primeros hombres utilizaron
algunos principios de la ingeniería para conseguir sus alimentos, pieles y
construir armas de defensa como hachas, puntas de lanzas, martillos etc. El
desarrollo de la ingeniería comenzó con la revolución agrícola (año8000 a. C.)
cuando las tribus dejaron de ser nómadas para cultivar sus productos y criar
animales comestibles. Hacia el año4000 a. C., con los asentamientos alrededor
de los ríos Nilo, Éufrates e Indo, se inició la civilización con escritura y
gobierno.
Hasta
épocas relativamente recientes, bajo el término arquitecto se englobaba a la
persona que dominaba los conocimientos arquitectónicos, estructurales,
geológicos, hidráulicosnecesarios para la construcción de las obras civiles,
militares y máquinas de las distintas épocas. Comulga con esta visión los 10
libros de Marco Vitrubio (siglo I a. C.) “De Architectura”, en los que se
tratan temas hoy día asociados a la moderna arquitectura, la ingeniería civil,
militar y mecánica. Es tras el Renacimiento cuando el desarrollo del
conocimiento y las nuevas demandas sociales obligan a la especialización de las
ramas.
Fue
la necesidad quien hizo a los primeros ingenieros civiles de la historia. En
España está considerado como el primer ingeniero civil Santo Domingo de la
Calzada, el santo que construyó parte del Camino de Santiago, principalmente
los puentes.
Los
orígenes de muchas de las técnicas y herramientas de uso común en nuestros días
se pierden en la antigüedad. Quizás el ejemplo más evidente sea el hecho de que
casi todos los métodos modernos de generación de energía estén basados en el
fuego, del que nadie sabe cuándo se consiguió por vez primera, pero es evidente
que requirió una capacidad intelectual importante. Se pueden citar otros
ejemplos de elementos esenciales para el desarrollo actual de la tecnología,
tales como la rueda, la palanca, la polea y los métodos para la fundición de
metales, que se han venido usando durante miles de años y a los que no es
posible poner fecha.
El
trabajo de la piedra conoció un alto grado de desarrollo en la Antigüedad, como
lo demuestran las gigantescas estructuras de Mesopotamia, Egipto y América
Central que todavía existen hoy. Así, por ejemplo, la más grande de las
pirámides, la Gran Pirámide de Cheops, tenía originalmente una altura similar a
la de un edificio de 48 pisos y su construcción se puede fijar entre 4.235 y
2.450 a.C. Se trata de un monumento a las capacidades de los hombres que ha
resistido el paso de 6.000 años.
Hubo
otros logros en la Antigüedad, quizás no tan espectaculares como las pirámides
pero con un mayor impacto en el desarrollo de la Humanidad, como la
construcción de canales y acueductos, que hicieron posible la aparición de
ciudades y la expansión de la agricultura. Mucho antes del 3.000 a.C., los
Sumerios habían drenado las marismas del Golfo Pérsico y construido canales
para irrigación. Del mismo modo, la sustitución de la energía humana por otros
tipos de energía, o el desarrollo de estas nuevas fuentes han supuesto
igualmente hitos fundamentales en el desarrollo de la técnica. El uso de bueyes
y, posteriormente con la aparición del arado, de caballos (más rápidos y
eficientes que los bueyes), permitió al hombre disponer de nuevas fuentes
motrices. En este sentido, el salto más importante se dio al reemplazar la
energía animal por la mecánica, dando inicio al periodo que se conoce como Revolución
Industrial.
Mención especial merecen los desarrollos alcanzados en la Antigua China.
Uno de ellos ya ha sido citado, el arado, pero fueron muchos y de gran
importancia los desarrollos importados por Occidente, como por ejemplo, el
papel (piénsese que el grado de desarrollo de una sociedad se mide por la
cantidad de papel consumido), el cigüeñal, que permite convertir movimientos
lineales en rotatorios y viceversa, o la pólvora. También en Occidente se
realizaron aportaciones de vital interés. Los Romanos inventaron la argamasa y
extendieron un elemento cuya capacidad proporcionaba desconocidas
posibilidades: el arco. Sin embargo, sus inventores, los etruscos, hicieron
poco uso de él. El arco permitió construir las espectaculares catedrales
góticas europeas, mucho antes del desarrollo de cualquier teoría de las
estructuras.
La Ingeniería en Venezuela
Si nos remontamos
al siglo XVIII vemos los inicios enfocados en ingeniería militar,
ocupada en lo referido a fortificaciones, armamento, transporte, comunicaciones
y logística castrense. Quienes integraban el cuerpo de ingenieros venían por
origen familiar de sectores de élite en España y en sus colonias, siendo ese
origen decisivo para su ingreso y ascenso exitoso dentro de esta rama militar,
que sólo recibía a privilegiados y les otorgaba más privilegios. En cuanto a
formación profesional, apenas fue accesible para muy pocos nacidos en
territorio venezolano, pues de no ir a adquirirla en la península ibérica o a
plazas militares importantes en América como México o La Habana, dependía de
que alguno de los escasos ingenieros hispanos destinados en estas tierras
organizase con la venia real una “Academia”, nombre dado a un curso en el cual
ese único ingeniero-docente instruía a pequeños grupos de aprendices,
normalmente con recursos inciertos, duración irregular y afrontando distintos
escollos. Tales fueron las “Academias” que existieron en Caracas a cargo de
Nicolás de Castro (1760-1768), en La Guaira con Manuel Centurión (1761), en
Cumaná con Juan Pires (1808-1810), y en Caracas con José Mires (1808-1810). Es
inevitable recordar que en las dos últimas fue cursante el adolescente Antonio
José de Sucre (nacido en 1795), a quien tras algunos meses de instrucción en
ambos lugares encontraremos como flamante Subteniente de Ingenieros en
Margarita a comienzos de 1811.
La situación abierta tras
la muerte de Gómez se manifiesta en lo referido a la enseñanza de la
ingeniería, haciendo más claro y decidido el estímulo al cambio y modernización.
En 1936 la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas de la ULA es elevada a
Facultad, teniendo sus primeros egresados al año siguiente; en 1937 se inician
los estudios de ingeniería agronómica en el país con la apertura de la Escuela
Superior de Agricultura y Zootecnia (ESAZ) dependiente del MAC, organismo que
el año anterior había becado al exterior a 19 estudiantes del ramo; esta
Escuela pasará a la UCV en 1946, originando la actual Facultad de Agronomía. En
1938 nace el Instituto de Geología, adscrito a los Ministerios de Fomento y de
Educación, destinado a formar geólogos y que se integra a la UCV dos años más
tarde, con su primera promoción en 1942. El proceso modernizador cuenta con
sanción e impulso jurídico gracias a la Ley de Educación promulgada en 1940, y
encontraremos que entre 1936 y 1940 hay 150 nuevos ingenieros graduados en el
país, incluyendo a las primeras promociones de la Universidad
de los Andes.